El veterano pescador, llamado Lucas, había salido a navegar a primera hora de la mañana, a bordo de su llaüt. El mar estaba encrespado y decidió regresar a puerto. Sin embargo, parece ser que una avería en el motor lo dejó a merced de las olas, que lo arrastraron inexorablemente contra las rocas.
El día era espléndido y numerosas personas paseaban al mediodía por la pequeña playa de es Portixol. Tres jóvenes repararon en la embarcación de Lucas y cuando comprendieron que el pescador estaba en peligro se lanzaron al mar, en su ayuda. Mientras tanto, el barco ya había colisionado con unas rocas y naufragaba, a pesar de los ímprobos esfuerzos de su tripulante para salvar la nave. Fueron momentos de mucha tensión, hasta que los tres nadadores llegaron hasta el anciano y le salvaron la vida.
Los equipos de emergencia fueron movilizados y el primero en atender al pescador fue un médico del 061 que había acabado su jornada laboral y casualmente pasaba por la zona. La víctima estaba desconcertada, semiinconsciente y había tragado mucha agua. También presentaba síntomas de hipotermia, porque el agua estaba muy fría.