La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma condenó ayer a Ali T. a la pena de 13 años de prisión.
La sentencia le condena, como había solicitado la acusación, por los delitos de robo, allanamiento de morada, detención ilegal y un delito de lesiones, concurriendo las agravantes de disfraz y abuso de superioridad, además de darse la circunstancia de alevosía en las lesiones, pues agredió a las víctimas atándolas y amordazándolas, sin darles la oportunidad de defenderse.
Además, Ali T. debrá pagar una indemnización a las víctimas, un matrimonio de s'Arenal, que asciende a 468.000 euros.
El tribunal encargado de dictar el fallo estimó la pretensión de la acusación particular, ejercida por el letrado Jaime Campaner, de considerar como principal indicio incriminatorio los resultados de la prueba de ADN que determinaban como probable que el pasamontañas hubiera sido usado por el condenado.
El informe genético, junto con el hecho de que Ali no quisiera declarar en el juicio, sin ofrecer ninguna explicación de la existencia de ADN suyo en el pasamontañas, fueron clave para que se destruyera su presunción de inocencia.
A pesar de que los hechos ocurrieron hace más de cuatro años, concretamente a mediados de diciembre de 2003, el juicio no se ha llegado a celebrar hasta ahora. Ali T., junto a otras dos personas, entró, en el chalet de un matrimonio de s'Arenal para robarles. Al acceder a la vivienda no había nadie y esperaron a la pareja, que fue torturada.
Primero llegó la mujer, a la que redujeron con un spray y propinaron una brutal paliza, dejándola, después, inmovilizada.
Una hora más tarde llegó su esposo, al que golpearon también sin piedad, a la vez que lo amenazaban de muerte. Éste, al ver el estado de su mujer, ofreció resitencia a sus agresores llegando a golpear a uno de ellos.
En ese momento los asaltantes utilizaron botellas de vino llenas y otros utensilios punzantes para conseguir reducirle también.
Contra otros dos sospechosos se tuvo que retirar la acusación por falta de pruebas.