AGENCIAS
Los padres de Madeleine McCann, la niña británica desaparecida el pasado mes de mayo en Praia da Luz (Portugal), trasladaron ayer sus condolencias a los padres de Mari Luz Cortés, después de que el cadáver de la pequeña de cinco años fuese encontrado el viernes en la ría de Huelva tras casi dos meses de búsqueda.
Desde la ausencia de Mari Luz el pasado 13 de enero, los McCann habían enviado mensajes de apoyo a la familia, residente en el onubense barrio del Torrejón, para transmitir su solidaridad e, incluso, colgaron carteles con la imagen de las dos niñas. Además, recordaron que Huelva está a menos de 200 kilómetros del Algarve, la localidad lusa donde se vio por última vez a Madeleine.
El portavoz del matrimonio británico, Clarence Mitchell, declaró que, tras conocerse el fatal desenlace, Kate y Gerry McCann «están muy tristes» y que «sus pensamientos y oraciones están con los familiares en este momento», sumándose así a los numerosos actos de condolencia, como el que tuvo lugar ayer por la mañana en el Ayuntamiento para denunciar el «acto vil» cometido sobre la pequeña, cuyo cuerpo apareció en avanzado estado de descomposición.
Por su parte, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado iniciaron ayer un intenso rastreo en la zona en la que apareció el cuerpo, para buscar pistas que puedan ayudar en la investigación.
Las pesquisas se centran en los alrededores de la zona en la apareció el cuerpo. Desde Madrid se desplazó un equipo de la Comisaría General de la Policía Científica, que estuvo presente en la realización de la autopsia.
La Policía, la Guardia Civil y Bomberos centran sus trabajos en las orillas de la bocana de acceso al puerto de Huelva. Esta zona ya había sido rastreada por el dispositivo creado para buscar pistas sobre el paradero de Mari Luz los días posteriores a su desaparición.
Sin embargo, ante la posibilidad de que pudiera encontrarse alguna prueba que ayude a la solución del caso, de nuevo se rastrea la zona donde apareció el cadáver, una zona muy cambiante debido a que se trata de un lugar muy afectado por las mareas y los vientos.