Varias horas antes, el alcalde del pueblo, Jaume Perelló, prohibía la manifestación y explicaba a las madres convocantes que «para hacer una manifestación tenéis que pedir permiso a Delegación del Gobierno con la suficiente antelación y como no lo habéis hecho, no os podéis manifestar».
Agentes de la Guardia Civil, de manera profesional y muy discretamente tomaron posiciones en la plaza. Los vecinos, al percatarse, se dispersaron en los alrededores.
Más de treinta madres, a pesar de la prohibición se concentraron en calles próximas a la plaza atendiendo a los medios de comunicación.
«Nos ha dicho el alcade que hasta que no pasen las elecciones no nos podemos manifestar» afirmó una de las madres.
«Es una vergüenza que el violador de la niña viva enfrente de su casa y siga en el colegio como si nada. Si hubiese sido al revés estaríamos muertos y acuchillados» clamaba una vecina.
Las madres convocantes fueron citadas a una reunión hace unos días con la máxima autoridad del municipio. En la reunión le presentaron una petición oficial para realizar una manifestación para el día de ayer: «El alcade nos dijo que no. Que no quería manifestaciones en el pueblo y que saliésemos del Ayuntamiento por la puerta de atrás, y sin hablar con la prensa», añadió Catalina, y prosiguió: «El alcade ha convocado a seis madres hoy (ayer) a una reunión por la noche en la que vendrán personas de Palma de Protección del Menor, pero nos vamos a presentar todas y vamos a tomar el Ayuntamiento, porque esto es una vergüenza».
Según informaciones a las que ha tenido acceso Ultima Hora, la Guardia Civil vigila día y noche las calles del municipio para evitar altercados y posibles venganzas.
Las madres quieren que quede muy claro que en ningún momento incitan al racismo, porque entre los presuntos agresores también se encontraba algún mallorquín.
«Queremos que nuestro alcalde esté con nosotros. Deseamos manifestarnos y que las víctimas sientan que todo el pueblo está con ellas. Pedimos que podamos ir por la calle tranquilas y que no se metan con nosotras por la calle por el hecho de ser mujeres». Añadieron varias madres.
«La situación que tenemos que aguantar a diario en Muro, la gente no se la puede ni imaginar. Se juntan un grupo de magrebíes en la plaza, y cuando pasan las niñas, empiezan a decirles guapas, guapas..., y así un día y otro».
Varias televisiones de ámbito nacional y autonómicas se han interesado por la historia. Ayer, un programa de Telecinco y otro de Antena 3 también hicieron un amplio despliegue informativo.
Las madres solicitarán a Delegación del Gobierno la petición para poder manifestarse libremente.
De momento, no se ha producido ningún enfrentamiento entre los vecinos del pueblo, los agresores y sus familiares, pero lo cierto, es que días más tarde de la primera agresión, un considerable grupo de vecinos se lanzó a la calle en busca de los agresores. La alerta es máxima y los próximos días serán decisivos.