G.PICÓ
Desde hace unas semanas se están registrando numerosos incendios de contenedores en Palma, en la mayoría de los casos durante las noches de los fines de semana. Muchos de estos incendios han sido provocados por uno o varios pirómanos y no sólo han destrozado contenedores, sino que han causado graves daños en vehículos que estaban aparcados al lado y han afectado a fachadas de edificios.
Este fin de semana no ha sido una excepción y los servicios de emergencia han tenido que actuar hasta en tres casos de incendios de contenedores. El primero de ellos se registró en la tarde-noche del viernes en la Plaça Mare de Déu de la Salut y el segundo tuvo lugar en la calle Blanquerna horas después. La rápida intervención de la policía, que sofocó el fuego con extintores, evitó que se registraran daños importantes.
El último incendio se produjo sobre las cinco de la madrugada de ayer en la confluencia de las calles Pere Dezcallar i Net y Parellades. A esa hora empezaron a arder dos contenedores, uno de papel y otro de envases, situados delante de la finca que hay en una esquina de estas dos calles.
Un vecino que acababa de llegar a su domicilio se percató del incendio y dio la voz de alarma. Efectivos de los Bombers de Palma se desplazaron al lugar y sofocaron el incendio poco después. Acto seguido, operarios de Emaya limpiaron la calzada y colocaron dos contenedores como los que había anteriormente. El humo afectó a parte de la fachada del edificio, que casualmente había sido pintada recientemente, según explicó un vecino. Este incendio está a muy poca distancia de otro que se registró en el número 1 de la calle San Juan de la Salle el sábado día 2, que calcinó un contenedor de basura, dañó dos coches y la fachada de un banco.
Al día siguiente, de madrugada, se registraron incendios en contenedores y vehículos estacionados, de forma casi simultánea, en las calles Joan Miró, Jafuda Cresques, 31 de Desembre y Eusebi Estada. El pasado fin de semana re repitió la situación, esta vez en la calle General Riera, donde ardió un sofá y más tarde, un contenedor a poca distancia.