Una conformidad ha sido el resultado del juicio contra los dos hombres que habían atracado a un ciudadano británico que acudió a Son Banya a comprar droga.
Los acusados, residentes del mencionado poblado, se enfrentaban a la acusación de los delitos de homicidio en grado de tentativa y un delito de robo con violencia, por lo que en un principio el fiscal pedía penas de prisión de doce años para uno, y cinco para el otro.
Un acuerdo entre las partes derivó en la rebaja de la penas de prisión de seis y un años respectivamente.
Juan Diego Vargas y Lorenzo Vargas , que eran primos, acudieron a la Audiencia Provincial de Palma esposados por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, pues desde el día de la comisión del delito por el que se les juzgaba, estaban privados de su libertad.
Los acusados estaban imputados por los hechos ocurridos durante el otoño de 2006, cuando ambos se confabularon para robar a la víctima, que se encontraba en el poblado para comprar droga. Lorenzo simuló al comprador que le podía vender la mercancía conduciéndolo a una vivienda donde el otro acusado les esperaba.
Una vez allí, obtuvieron 240 euros procedentes del negocio y además le exigieron que les entregara su reloj de alto valor económico, por lo que la víctima se negó prestando resistencia a sus agresores.
Juan Diego Vargas, al negarse la víctima a darles su reloj, le apuñaló tres veces con un cuchillo con ánimo de ocasionarle la muerte.
Tales cuchilladas provocaron en el agredido heridas graves en el tórax y en la parte posterior de una pierna que necesitaron de una primera asistencia médica, y un posterior tratamiento quirúrgico que duró aproximadamente 30 días. A pesar de las secuelas, de no haber recibido la asistencia médica de urgencia, las heridas le hubiesen costado la muerte.
Una vez celebrada la vista, los acusados fueron transportados a prisión.