El pirómano que actúa en Palma juega con fuego por dos motivos: el primero, es obvio; el segundo, porque la Policía está cerrando el cerco entorno a él y su detención podría estar próxima. Ayer de madrugada retó a los investigadores y consiguió eludir la trampa policial una vez más. ¿Hasta cuándo?
A las cuatro y media de la madrugada empezó el festival. Actuó de forma casi simultánea en las calles 31 de Desembre, donde quemó un Renault 19; en Jafuda Cresques, donde incendió un contenedor y un árbol, y en Eusebi Estada, donde calcinó una papelera. Antes parece ser que había actuado en la calle Joan Miró, sin importarle un impresionante dispositivo policial que se había montado por una persecución de un conductor suicida.
Los bomberos sólo pudieron apagar las llamas iniciadas por el pirómano, pero los contenedores, papeleras e incluso el coche resultaron abrasados por el fuego. Ya son muchos los vecinos de Palma que están mostrando su indignación por los continuos ataques incendiarios en la capital y solicitan un mayor esfuerzo policial para atrapar al enfermo. «No se trata sólo de gamberradas, parece que hay una o varias personas muy interesadas en crear el caos en las noches del fin de semana», reconoció una fuente policial, que añadió que es muy complicado vigilar todas las calles para que no prenda fuego.