Al menos siete obreros fallecieron ayer al derrumbarse un edificio en construcción en Lima, la capital de Perú. Sólo hay un superviviente, que fue rescatado doce horas después del derrumbe del edificio y que fue trasladado a un hospital, donde le amputaron un brazo.
El suceso ocurrió a las 09.00 horas, cuando nueve trabajadores resultaron atrapados por grandes bloques de cemento que cayeron de una pared de siete metros que colindaba con la excavación que se hizo para colocar los cimientos y sótanos de un edificio.
Aún se busca a un obrero que se cree que quedó bajo los escombros de este proyecto, que según el Gobierno había sido dada de baja por el Ministerio de Trabajo por no contar con las autorizaciones reglamentarias para operar.
La ministra peruana de Trabajo, Susana Pinilla, dijo ayer que el 30 por ciento de las empresas de construcción no cumplen con las medidas de seguridad laboral, tras anunciar que se denunciarán penalmente a los responsables.
En los últimos 10 años han fallecido 550 trabajadores durante su jornada laboral.