Un aparatoso incendio originado en un depósito de autobuses al este de Londres, cerca del lugar en que se construirá el principal estadio de los Juegos Olímpicos de 2012, desató la alarma en la capital inglesa. En un primer momento se revivió la psicosis terrorista, ya que la gran columna de humo negro se adueñó del cielo de la capital británica.
Sin embargo, la Policía descartó en poco tiempo cualquier relación del hecho con el terrorismo. El suceso se produjo a mediodía en la calle Waterden, en Stratford. Alrededor de 75 bomberos trabajaron para extinguir las llamas, que provocaron una enorme columna de humo que cubrió el horizonte urbano y fue visible desde varios kilómetros de distancia.
Según un portavoz de Scotlan---Yard, no existió ningún indicio que sugiera «que es otra cosa que un incendio», en declaraciones a la cadena 'BBC' recogidas por Otr/press. Por su parte, el Servicio de Ambulancias de Londres descartó la existencia de heridos.