La Policía registró ayer todas las habitaciones del Hotel Samoa, donde el lunes desapareció la madre de una niña que cayó de un quinto piso. El paradero de Sara Cooper, una turista británica de 45 años, es un auténtico misterio y tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Unidad Territorial de Costas y la Guardia Civil buscan por tierra, mar y aire.
Sara llegó el sábado con su marido Martin Ian y sus tres hijos a Cales de Mallorca. Alquilaron dos habitaciones en el Samoa, la 514 y 513, y desde el primer momento ella evidenció un comportamiento extraño, siempre según la declaración de su esposo, que es un científico de Cambrigde. A las siete y media de la mañana la pequeña Gianna Cooper, de siete años, cayó desde el balcón de la 514 y Sara, minutos después, se esfumó. La menor sigue hospitalizada en Son Dureta, con lesiones muy graves, pero ya está fuera de peligro. Lo que no se ha determinado es qué secuelas le quedarán.
Ayer todos los Cuerpos policiales se volcaron en la búsqueda de Sara, que en Inglaterra trabajaba como cuidadora de niños. Los agentes de la UTC registraron acantilados y a media tarde empezaron la inspección, una por una, de todas las habitaciones del Hotel Samoa. Algunas estaban cerradas; otras ocupadas por turistas. El helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía sobrevoló Cales de Mallorca, Cala Murada y Porto Cristo, mientras agrupaciones de Protección Civil peinaban los torrentes próximos. Algunos testigos aseguraron haber visto salir del hotel a Sara Cooper, pero su relato fue puesto en cuarentena por los investigadores.