La población reclusa en el centro penitenciario de Palma ha crecido en lo que va de año en 97 personas como diferencial entre altas y concesiones de libertad ó traslados a otras cárceles, lo que supone un censo de aproximadamente 1.500 personas.
El dato lo proporcionó ayer Juan Fernando Díaz Rodríguez, director de la cárcel palmesana, en el curso de la recepción oficial con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias.
Ante un auditorio compuesto por representantes de la administración de Justicia, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de las autoridades locales, provinciales y autonómicas, Díaz hizo un breve balance de la situación en el centro penitenciario, en el que por primera vez se ha superado la cifra de tres centenares de presos preventivos "la inmensa mayoría hombres" y en el que están custodiados a día de hoy 516 extranjeros, lo que supone prácticamente la tercera parte de la población reclusa.
Para el director de la cárcel de Palma «lo verdaderamente importante es poder proporcionar a los reclusos una actividad que les permita volver al exterior en mejores condiciones de las que contaban cuando ingresaron», y señaló el tercer grado penitenciario "el régimen abierto en el que se combinan la reclusión y la libertad" como la circunstancia más idónea para incidir poitivamente en ese «regreso con reinserción en la sociedad».
En ese sentido Juan Fernando Díez se refirió a tres programas específicos de reinserción que ya funcionan en el centro penitenciario, como violencia doméstica, agresiones sexuales e intervención en régimen cerrado, este último para presos especialmente conflictivos y con gran dificultad para la convivencia.