Los vecinos de la barriada palmesana del Molinar llevan meses bregando contra un problema de movilidad y accesibilidad en uno de los rincones de ese espacio de Ciutat. Concretamente, la esquina entre las calles Llucmajor (vía principal del interior del barrio) y Romaguer se ha convertido en todo un desafío para personas que padezcan movilidad reducida, que deben sortear varios obstáculos que dificultan el acceso.
Un semáforo, equipamientos eléctricos e incluso una pequeña señal ocupan ese pequeño espacio, convirtiéndolo en caso intransitable y ocupando un espacio que restan a los peatones y residentes en la zona, que han elevado en más de un ocasión sus quejas sin encontrar respuestas ante una situación tan molesta como evidente.
Pese a ello, no han encontrado respuesta, pese a que algunas personas que deben moverse con silla de ruedas o presentan dificultades para desplazarse deben ver cómo se les complica la movilidad, generando además de un problema un peligro añadido en ese espacio, ubicado en una zona en la que se han construido nuevas edificaciones a lo largo de los últimos años.