Dos sospechosos de atracar un banco en Palma podrían cumplir hasta cuatro años y ocho meses de prisión cada uno, después de llevarse un modesto botín de 184 euros. Los acusados son B.T. y F.S., ambos con graves problemas económicos. Tanto es así que durante las fechas del robo, en abril de este año, los dos residían en un centro de acogida.
Los acusados alquilaron una furgoneta el día anterior al robo, con la que según la fiscal acudieron a la sucursal de La Caixa de Son Cladera. Los dos entraron con el rostro oculto con una gorra, gafas de sol y una braga. Una vez dentro amenazaron a tres empleados y a un cliente con una pistola, los pusieron de cara a la pared y lograron el escaso botín de 184 euros. Después, se dieron a la fuga en dos bicicletas.
La propia furgoneta que alquilaron fue determinante en la investigación, puesto que varios testigos la identificaron en los alrededores del banco. Se trata de un vehículo muy llamativo y fácil de reconocer, ya que lleva el nombre de una empresa en grandes caracteres de color rojo. La versión de los atracadores es que la alquilaron para llevarse chatarra de las obras y moverse por la barriada para pedir trabajo.
Sin embargo, una mujer aseguró ante la juez que vio cómo desde este vehículo se arrojaba una riñonera a un contenedor. La testigo, que es indigente, cogió la riñonera y descubrió en su interior la pistola inutilizada con la que se cometió el atraco. Además de este indicio, la fiscal se basó en las imágenes de la cámara de seguridad, que muestran a dos individuos de idéntica complexión y calzando unas zapatillas iguales a las que los sospechosos llevaban en el momento de su detención.