Los bomberos, la Policía Local, la guardia civil, el 061 y varios vigilantes de seguridad se emplearon a fondo durante más de hora y media para rescatar a un joven turista británico que se precipitó desde una altura de unos 5 metros. El accidente ocurrió sobre las 07.00 horas en la calle Ramón de Moncada, en Magaluf.
El chico iba acompañado de varios amigos. Tras pasar toda la noche de juerga, el grupo regresó a sus apartamentos, en un notable estado ebrio. Cuando ya estaban llegando, y por causas que se desconocen, el joven pasó al otro lado de una barandilla y cayó por un cortado de unos 20 metros. Se trata de un espacio oculto entre varios arbustos, que da al patio interior de unos apartamentos. El joven perdió pie y se precipitó al vacío. En su caída, se dio un tremendo golpe contra unos hierros y quedó tendido en una jardinera, cinco metros más abajo. Su situación era muy delicada, ya que el joven tuvo la fortuna de quedar encajado en un terraplén horizontal a mitad de la caída, que podría haber sido mucho más grave.
Tras darse cuenta de su complicada situación, pidió auxilio a sus amigos. La Policía Local de Calvià, la guardia civil de Palmanova y una decena de bomberos del parque de Santa Ponça se desplazaron al lugar y comenzaron la complicada tarea de rescate.
El joven se hallaba consciente y muy nervioso, quejándose de problemas respiratorios. Tras llegar hasta él con la ayuda de varias cuerdas y material de escalada, los bomberos pudieron llegar hasta él. En un primer examen, el médico creyó recomendable administrar un sedante al chico. Una vez tranquilizado, los bomberos lo aseguraron sobre una camilla rígida y lo bajaron hasta el patio interior de unos apartamentos, donde se encontraban esperando sus amigos.
La situación en este lugar fue muy tensa, ya que los jóvenes intentaron agredir a un periodista, que fue protegido por un policía local durante cerca de media hora.
Finalmente, una UVI móvil trasladó al herido hasta el hospital de Son Dureta, donde quedó ingresado a la espera de un chequeo.