El centro de salud de Santanyí, junto al polideportivo, vivió el lunes una jornada de película. Un joven que se hacía pasar por policía secuestró durante media hora a un médico, una enfermera y una mujer de avanzada edad, hasta que la Guardia Civil intervino y los rescató.
El acusado, que acaba de cumplir 18 años, abordó a la señora de edad en las inmediaciones del centro médico y en estado de gran nerviosismo le comentó que era policía y que debía entregarle una determinada cantidad de dinero.
La señora, lógicamente, receló del muchacho y se zafó de él como pudo. El desconocido la siguió y la mujer, nerviosa, se introdujo en el centro, donde pidió ayuda. A continuación irrumpió el acusado, que siguió hostigando a su víctima. Cuando un médico y una enfermera intervinieron el nerviosismo del joven fue en aumento y les insinuó que en la riñonera que portaba llevaba un arma. Acto seguido metió a las tres personas en una habitación tras el mostrador y los tuvo retenidos durante media hora.
En ese tiempo el facultativo se las ingenió para hacer sonar una alarma, lo que permitió que la Guardia Civil del cuartel de Santanyí supiera que algo iba mal en la oficina sanitaria. Una patrulla se desplazó rápidamente hasta aquella dirección y cuando los agentes entraron se encontraron al individuo en un estado de creciente excitación.
Parecía como si estuviera bajo los efectos de sustancias estupefacientes y se enfrentó, enfurecido, con los funcionarios policiales. Otras patrullas llegaron en apoyo de sus compañeros, según relataron testigos presenciales.
El muchacho, que al parecer es feriante, fue reducido e introducido en un vehículo policial, que lo trasladó hasta el cuartel. En la riñonera no se encontró ninguna arma y tras identificarlo también se descartó, como era de esperar, que fuera policía.