La Audiencia Provincial celebró ayer el juicio contra J.G.M., un joven de 31 años acusado de violar a una menor de 17 años en un bar de Magaluf. El fiscal pide para el inculpado una pena de ocho años de cárcel.
Según una de las declaraciones de la chica, que ayer no se presentó a juicio, todo ocurrió el 18 de mayo de 2006, la noche en que se disputaba la final de la Champions League entre el Barcelona y el Arsenal. Tras ver el partido con unas amigas inglesas en unas pantallas gigantes, decidieron irse a un bar llamado Baywatch. Allí bebieron unos cuantos botellines de cerveza y algún chupito y se encontraron con un grupo de jóvenes españoles entre los que estaba el acusado.
La chica asegura que comenzó a sentirse mal y que fue al baño a orinar y vomitar. De camino se dio cuenta de que el acusado la seguía. La chica quiso cerrar la puerta pero el joven dio un fuerte empujón y se metió en el baño. Acto seguido la agarró por detrás y la violó.
Luego, una de sus amigas la encontró en el suelo del servicio, llorando.
La chica fue entrevistada por una policía local, quien reconoció que la chica estaba «en estado de shock y llorosa».
La versión del acusado es que bailaron y que la chica «comenzó a restregarse», tocándole los genitales e incluso «enseñando las bragas» por debajo de la minifalda. Después, ambos se fueron hacia el baño.