La calle Manacor de Palma, a la altura del número 115, experimentó ayer una jornada de nervios y tensión a consecuencia de un incendio que se declaró en un séptimo piso. Una niña de 8 años resultó con quemaduras en una pierna y decenas de vecinos tuvieron que ser evacuados por la humareda que se había formado.
La alarma saltó pocos minutos después de la una de la tarde, cuando los residentes en esa finca advirtieron un fuerte olor a quemado y se pusieron en contacto con el centro de emergencias del 112. Rápidamente se puso en marcha un gran dispositivo de alarma porque el edificio en cuestión era de considerable tamaño y había riesgo de que hubiera personas atrapadas. Los UII (Unidad de Intervención Inmediata) de la Policía Local, apoyados por motoristas del Cuerpo Nacional de Policía, fueron los primeros en llegar a esa dirección y sacaron de la casa en llamas a una mujer y su hija, de ocho años. La pequeña había sufrido quemaduras en una pierna y también presentaba dificultades para respirar. Otros dos jóvenes tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo y una señora mayor sufrió una crisis de ansiedad. Algunos vecinos colaboraron con los bomberos arrastrando mangueras o abriendo bocas de riego. Otros permanecieron a pie de calle, con el rostro contraído por los nervios. Ninguno de ellos sabía si su casa también se había visto afectada por el incendio.