Agentes de la Guardia Civil de Pollença detuvieron a Pablo S.C., de 63 años, como presunto autor de un delito continuado de incendios y daños en un inmueble de la calle Miquel Costa i Llobera, de Can Picafort. Al detenido se le investiga en función de indicios de cargo que le harían responsable de prender fuego, en tres ocasiones durante mayo pasado, a un concreto piso que no estaba habitado.
La acción del presunto pirómano contra el piso de Can Picafort tuvo lugar en la madrugada de tres domingos consecutivos de mayo, y se saldó con importantes daños materiales en el mismo que, dada la pronta reacción de los vecinos, no se extendieron al resto de las dependencias habitadas del inmueble.
Desde el primer incidente, la Policía Judicial de la Guardia Civil halló indicios de que el origen del fuego era intencionado y los procesó.
El cristal de una ventana había sido roto desde el exterior, y los agentes incorporaron a la investigación forense tanto unas manchas de sangre aparecidas en los fragmentos como un martillo con el que el pirómano habría producido la fractura.
A pesar de la trascendencia pública del atentado -incluyendo fotografías y reseña de las pesquisas policiales-, la iniciativa se repitió en día equivalente de la semana, y con similar liturgia, en otras dos ocasiones.
Como consecuencia de los incendios y conatos, y a pesar de la rápida intervención de los Bombers de Mallorca y de los efectivos policiales más próximos, el piso fue sufriendo importantes daños, tanto por ignición directa como por el humo.
Tras el tercer y último incendio provocado en el piso -que en esa ocasión se ciñó a la puerta de acceso que había sido rociada con gasolina-, los investigadores dieron cuenta del hallazgo de un nuevo «dato importante» para esclarecer el hecho delictivo, que a la postre les condujo a la identificación del ahora detenido.