MICHELS
Un alijo de 3.150 kilos de hachís quedó reducido a cenizas ayer en la incineradora de Son Reus. La droga fue transportada entre un gran despliegue de seguridad del CNP, cuyos agentes custodiaron los más de cien fardos hasta que la droga quedó totalmente destruidos.
Al acto asistieron el delegado del Gobierno, Ramón Socias, el coronel de la Guardia Civil, Basilio Sánchez Rufo, el jefe superior del CNP, Bartomeu Campaner, y el comisario jefe de la brigada provincial de la Policía Judicial del CNP, Toni Cerdà, quienes posaron entre el centenar de fardos incautados.
Este gran alijo fue intervenido en una gran operación llevada a cabo el pasado 27 de abril en el municipio de Sant Josep, en Eivissa. Allí, el CNP detectó la presencia de una banda de 'narcos' que estaban operando desde hacía algún tiempo.
Tras un largo seguimiento, los agentes entraron en la finca, ubicada en es Caló des Real, y detuvieron a ocho integrantes de la banda. Los cerca de cien fardos se encontraban cuidadosamente apilados en el interior de una furgoneta de alquiler, que a su vez estaba aparcada en la puerta del chalet.
Según pudo averiguar el Cuerpo Nacional de Policía en su investigación, los ocho 'narcos' están relacionados con un grupo aún mayor de traficantes que opera en la Costa del Sol, concretamente en Marbella. Tras prestar declaración ante el juez, todos ellos ingresaron en prisión sin fianza.