La Policía Judicial de la Guardia Civil investiga el accidente de un yate que, a la una de la madrugada de ayer, se estrelló contra las rocas muy cerca del faro del Cap Salines, en el término municipal de Santanyí. En el yate había dos personas, una de las cuales sufrió lesiones graves y quedó ingresada en el Hospital de Manacor. En principio se trata de un accidente pero hay algunos puntos que, cuando menos, resultan sorprendentes para los investigadores. Por ejemplo, el accidente ocurrió a la una de la madrugada y se dio aviso del mismo cinco horas después. Los dos tripulantes del yate, de nombre 'Ambus' y con matrícula 7PM-19906, son dos hombres residentes en Palma y de 52 y 60 años de edad. El primero ha declarado que se encontraba dormido cuando ocurrió el accidente y el otro estaba al timón, contra el que se golpeó cuando la embarcación chocó contra las rocas. La misma persona ha dicho que avisó a su esposa de lo ocurrido, y ésta a su vez se supone que fue la que alertó a los equipos de emergencia.
Al lugar se desplazaron agentes de la Policía Local de Santanyí, bomberos del CIM de los parques de Felanitx y Llucmajor, una ambulancia del 061 y una embarcación de Salvamento Marítimo recorrió una amplia zona marítima, ante la posibilidad de encontrar alguna prueba o pista. Los bomberos rescataron al herido y la Guardia Civil inició la investigación de lo ocurrido. El hombre de 52 años de edad dijo que el yate está a nombre de una sociedad, que tiene su amarre en s'Arenal de Llucmajor, y que venían de cenar de Portocolom y regresaban a la base cuando ocurrió el accidente. Sobre el motivo de que tardara cinco horas en dar el aviso, lo justificó diciendo que al ver a su compañero herido lo estuvo atendiendo y se le pasó el tiempo. Al mediodía de ayer se informó desde el Hospital de Manacor que el estado del herido era de pronóstico reservado, y que le estaban efectuando unas pruebas para determinar con exactitud el alcance de las lesiones. El yate mide doce metros de eslora y tres de manga.