EFE-OVIEDO
El incendio en una cinta transportadora de carbón del pozo María Luisa, de Hunosa, sembró ayer la alarma en la cuenca del Nalón donde las localidades de Sama y Ciaño se vieron envueltas en una densa humareda que obligó a atender a 139 personas, afectadas por intoxicaciones respiratorias de carácter leve.
El fuego se declaró poco antes de las 8:00 horas en la planta décima de la explotación, a unos 550 metros de profundidad, donde trabajaban unos 150 operarios, que fueron evacuados sin que se registraran heridos, al igual que ocurrió en el cercano lavadero de Modesta, en el que se encontraban unos cuarenta trabajadores. El incendio se inició por razones desconocidas en un tramo de 900 metros de una cinta de goma, de poco más de un metro de ancho, que a lo largo de 2,5 kilómetros transporta el carbón que se produce en los pozos María Luisa y Sotón hasta las instalaciones del Lavadero Modesta. El humo comenzó a salir a través de las instalaciones del lavadero y permaneció durante varias horas a ras de suelo en Sama y Ciaño debido a la ausencia de viento y a la presencia de lluvia, que dificultaba la dispersión de la nube. El Gobierno regional activó a primera hora de la mañana el Plan Territorial de Protección Civil (PLATERPA) en su nivel 1 en las zonas afectadas por la nube y constituyó un gabinete de crisis integrado por responsables del Ejecutivo autonómico, de la Delegación del Gobierno en Asturias y del Ayuntamiento de Langreo. El dispositivo incluyó la instalación de un hospital de campaña en el estadio de fútbol de Ganzábal, ubicado en una zona menos afectada por el humo, y donde fueron atendidos la mayor parte de los intoxicados, afectados en su mayor parte por dificultades respiratorias, mareos, vómitos e irritación de ojos.