Ayer quedó suspendida a nivel oficial la búsqueda de Pep Adrover, el cazador de Son Carrió que desapareció el lunes de la semana pasada. Sin embargo, algunos vecinos y el alcalde de Sant Llorenç, Mateu Puigrós, apuraron las posibilidades y peinaron algunas zonas del municipio, en un último intento de dar con 'Canonge'.
Ni Protección Civil, ni el operativo especial de la Guardia Civil (que en los primeros días utilizó perros adiestrados y un helicóptero) se desplegaron ayer por Son Carrió, sólo un grupo de vecinos y algunos familiares de Pep Adrover. Rastrearon los aledaños del cementerio, las vías del tren y Son Sureda, sin éxito. A las doce y veinte minutos del mediodía el 112 informaba de que la búsqueda había quedado suspendida «hasta que haya más indicios» sobre el paradero de 'Canonge'. «El problema es que no se puede mantener indefinidamente una búsqueda que moviliza a tantos medios humanos y técnicos. Es duro para la familia y los amigos, pero hay un momento en el que hay que suspender el operativo porque las principales zonas donde podría estar ya han sido trilladas», explicó uno de los responsables del dispositivo que se ha montado durante estas fiestas de Semana Santa en Son Carrió.
El tiempo, de nuevo, tampoco acompañó ayer. Pep Adrover vestía con ropas de camuflaje la última vez que fue visto con vida, el lunes pasado. Esta circunstancia aporta una dificultad añadida a la búsqueda, sobre todo desde el aire, ya que el cazador se podría confundir con la maleza. «Todo estos es muy extraño. Hemos buscado por todo, pero no hay ni rastro de Pep», comentó ayer Mateu Puigrós, que en los últimos días se ha volcado en la búsqueda del vecino desaparecido. «Canonge», sobrenombre por el que es conocido el cazador, no tenía escopeta de caza, ya que la había entregado hace un tiempo a la Guardia Civil.