JAVIER JIMÉNEZ
Dos mujeres y once niños salieron ilesos ayer por la mañana del derrumbe del tejado de su edificio, en sa Pobla.
La vivienda, ubicada en la calle Major número 64, consta de planta baja y dos alturas. En las plantas superiores viven en régimen de alquiler dos familias marroquíes, que en total suman 17 personas, entre hombres, mujeres y niños. A las siete de la mañana cuatro varones salieron de la casa para incorporarse a la jornada laboral, mientras las madres de las dos familias empezaban a preparar el desayuno para los niños. Media hora después un estrépito sobresaltó a los inquilinos marroquíes. Parte del techo del piso superior se desplomó sobre la segunda planta y esta, a su vez, se hundió sobre la primera. Milagrosamente, ninguno de los niños y mujeres resultó herido. Los dos clanes salieron a la calle, muy asustados, mientras la Policía Local y la Guardia Civil se desplazaban a la calle Major, para investigar lo ocurrido.
El edificio quedó precintado, a la espera de que el arquitecto municipal determine el alcance de los daños estructurales. La finca tiene 65 años de edad y, en apariencia, no se encontraba muy castigada. Los servicios sociales del ayuntamiento de sa Pobla recolocaron provisionalmente a las dos familias afectadas, mientras se les busca una ubicación.
Un portavoz policial informó tras el accidente de que «hubo mucha suerte, porque podría haber sido un auténtico desastre».