De forma casual un estudiante de Enfermería de la UIB descubrió hace unos días uno de los mayores archivos de pornografía infantil colgado en internet. El joven entregó todo aquel material a la Guardia Civil, que ahora investiga el contenido de aquellas páginas pedófilas. Los agentes podrían recurrir a expertos de la Dirección General, en Madrid, dado el volumen de trabajo que supone desentrañar tal cantidad de archivos pederastas.
El pasado miércoles A.T., un estudiante de primer año de Enfermería, trabajaba desde su ordenador portátil para conseguir información sobre un trabajo de sexualidad y salud.
De repente, un virus troyano afectó a su PC y acto seguido se le abrieron, de forma alocada, cientos de páginas con miles de fotografías de alto contenido pornográfico y con menores como protagonistas. A.T. quedó escandalizado cuando descubrió que algunos de los fotografiados eran bebés o niños de un año, y las escenas eran de gran crudeza sexual.
Sin pensárselo dos veces acudió a los juzgados de Inca y luego contactó con la Policía Judicial de la Guardia Civil, que examinó su ordenador y confirmó que se trataba de un hallazgo sin precedentes en cuanto a volumen de archivos descargables. Los investigadores de Inca, a su vez, comunicaron con sus compañeros de la Comandancia palmesana, que finalmente se hicieron cargo de la investigación. Los especialistas en delitos informáticos abrieron las páginas pedófilas y confirmaron que había miles de fotografías de niños, niñas y también bebés. En algunas aparecían acompañados de mujeres y en otras de hombres. También había imágenes de ellos solos.