Los vecinos del presunto parricida de la localidad toledana de El Real de San Vicente, que asesinó el sábado a su esposa, madre e hijo y luego se arrojo desde un noveno piso en Talavera de la Reina tras agredir con un hacha a otras dos hijas, permacecían aún ayer sobrecogidos por el «increíble» e «inexplicable» asesinato múltiple.
En declaraciones a Europa Press, no ocultaron su «asombro y desconcierto» ante lo sucedido, y destacaron que era una familia «completamente normal» que nunca había dado «ningún escandalo».
Mientras, la más joven de las hijas, de 22 años, que resultó herida, y fue trasladada al Hospital Virgen de la Salud de Toledo, permanecía ayer estable dentro de la gravedad. La joven sufre un traumatismo craneoencefálico severo y está ingresada en la UVI.
Por su parte, su hermana mayor, de 25 años, y con heridas leves en la cabeza, se encontraba en el hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina, en observación, donde previsiblemente continuará hasta hoy.
El funeral por los cuatro fallecidos: Gregorio Ramos, de 59 años; su madre, de 91; su mujer, de 62, y su hijo, de 27, se celebrará hoy en la iglesia de El Real de San Vicente.