EMILIO LÓPEZ VERDÚ/PEP MATAS
Un hombre mató ayer a puñaladas a su mujer y al amante de ésta en Palma. La fallecida, una ecuatoriana de 38 años, tenía vigente una orden de protección desde el pasado mes de septiembre por otro episodio violento en el que su esposo había sido arrestado. La pareja tenía además dos hijas de 13 y 7 años de edad en Ecuador, que estaban a punto de instalarse en Mallorca.
El terrible suceso comenzó a fraguarse sobre las 09.30 horas de la mañana. El presunto agresor, Augusto Fernando V.R., se dirigió hacia el número 11 de la calle Málaga, una larga y estrecha vía perpendicular a Aragó. La pareja residía en un humilde bloque donde eran bien conocidos, ya que llevaban viviendo más de un año y medio y sus discusiones habían llamado la atención de los vecinos en varias ocasiones. Apenas dos días antes del crimen, la mujer se había quedado las llaves del piso y el marido se había tenido que marchar de casa.
Sin embargo, el presunto agresor utilizó una estratagema para entrar. Llamó a una mujer que vive en la puerta contigua y le explicó que se había dejado las llaves dentro. La vecina, una mujer de 76 años, le permitió saltar por el balcón del tercer piso hasta su casa sin sospechar nada. El hombre se encontró con que la puerta del balcón estaba cerrada, por lo que no le quedó más remedio que quedarse un rato sentado y esperando.