Durante la jornada de ayer continuó el juicio con jurado popular contra Sylvia S., la mujer alemana de 58 años acusada de asesinar a su ex compañero sentimental, de la misma nacionalidad, en su velero amarrado en el Port d'Andratx, en enero de 2005. Entre otras personas declararon los investigadores de la Guardia Civil que se encargaron del caso y todos ellos descartaron la participación de terceras personas en la muerte de Gerth Wilhelm Möller, de 53 años, señalando que se trataba de un «crimen pasional».
Los investigadores ratificaron que Gerth fue atacado mientras dormía y no pudo defenderse. Según los agentes, desde un primer momento se descartó la participación de terceras personas por diversos indicios como que «no había señales de lucha, el lugar de los hechos estaba totalmente cerrado, los vecinos no advirtieron presencia de personas ajenas, dentro del barco estaba todo perfectamente organizado y no se llevaron objetos de valor, por lo que se descartó el robo», entre otros.
Los agentes recordaron que el cadáver de Gerth estaba boca arriba en la cama del camarote y tenía una almohada en la cabeza. Falleció a causa de los golpes que le dieron con una maza en la cabeza y, una vez muerto le hicieron un gran corte en el cuello y otros en las muñecas con un cutter, que fue hallado en el cajón de una mesita. La mujer tenía cortes en las muñecas y tuvo que ser hospitalizada.
Tras recoger numerosas pruebas y analizar los restos de sangre que había en el barco, los investigadores corroboraron la hipótesis de que en el crimen «no hay más protagonistas de los que están en el barco», refiriéndose a Gerth Möller y Sylvia S.