Poco antes de las cinco de la madrugada del pasado domingo una chica de trece años de edad regresó, llorando y muy nerviosa, a un bar situado en la calle Ascensión, una zona de marcha situada en Cala Marçal, en el término municipal de Felanitx.
La menor contó a sus amigas que acababa de ser violada y dijo que el agresor era un conocido, de 16 años de edad y residente en Felanitx.
Desde el local se llamó al teléfono móvil de un policía local de Felanitx, que cubre el servicio en la zona. El agente se desplazó al lugar y al verificar la situación solicitó la presencia de más compañeros. Mientras una patrulla trasladaba a la menor al Hospital de Manacor, activando el protocolo para estos casos, otros agentes iniciaron la búsqueda del sospechoso. La chica fue sometida a un exámen médico del que se pudo confirmar que había existido penetración. También, presentaba una serie de lesiones de carácter leve, que dijo se las había producido al resistirse a ser violada. Poco después policías de Felanitx localizaron y detuvieron al sospechoso y, una vez instruídas las diligencias oportunas, fue entregado al EMUME de la Guardia Civil para que continuara con las mismas y se informara a la Fiscalía de Menores.
Según la declaración de la víctima, sobre las cuatro y media de la madrugada estaba en uno de los bares de la zona y decidió salir al exterior.
Entonces, con el menor, se encontró en un descampado y fue obligada a mantener una relación sexual. Ella asegura que se negó y opuso resistencia, pese a lo cual el agresor pudo conseguir su propósito. Después se marchó y la dejó sola, en el descampado. Minutos después la chica pudo regresar al local de donde había salido y a partir de ahí se puso en marcha el dispositivo, que acabó con el arresto del sospechoso.
El hecho de que los dos implicados en la violación sean menores, y que la víctima tenga trece años, ha sido motivo de diversas críticas por la hora de la madrugada en la que ambos estaban en una zona de marcha.