JAVIER JIMÉNEZ
Una niña de trece años de edad se encuentra hospitalizada en la Mutua Balear tras sufrir graves lesiones durante una visitada guiada de su colegio al parque de sa Falca Verde, que aún no está oficialmente inaugurado. Cristina sufrió rotura de tibia y peroné al quedar enganchada en un tobogán que supuestamente tenía defectos en su diseño. Le han tenido que aplicar 36 puntos de sutura y la lesión le ha afectado el hueso del crecimiento. «No doy crédito a lo que ha pasado. En primer lugar, no entiendo cómo el Ajuntament de Palma lleva a escolares a un parque que aún está en obras, sin comprobar que las atracciones del parque están en perfecto estado», comentó ayer José Cáceres, el padre de la adolescente. El hombre relató que el accidente ocurrió el martes, poco antes de las once de la mañana. La niña y sus compañeros del colegio Santa Magdalena Sofía fueron invitados por Cort para visitar el parque de sa Riera, ubicado frente al psiquiátrico de la calle Jesús. Los menores se subieron a un castillo con brazos tubulares, junto a otro tobogán convencional. De repente, uno de los escolares se lastimó levemente, pero el asunto no fue a más.
«Le abrieron la pierna por dos partes distintas y le han aplicado 36 puntos de sutura. Tenía la tibia y el peroné seccionados, como si se los hubieran cortado limpiamente. Lo que más nos preocupa es que la lesión le puede haber afectado el hueso del crecimiento, aunque los médicos son optimistas en este sentido», expuso José, que ya se ha puesto en contacto con su abogado para que tome las medidas oportunas: «Lo que quiero es alertar para que esto no vuelva a ocurrir. Tendría muchos remordimientos si me quedara callado sabiendo que otro niño se puede quedar enganchado en ese tobogán. Lo que menos me importa es el tema de la indemnización, sólo quiero que mi hija vuelva pronto a casa y se acabe este suplicio».