Un conocido prostíbulo de Palma podría tener las horas contadas, si finalmente el juez da la razón al fiscal, que ha solicitado la clausura definitiva del local. El propietario, el gerente y un camarero del club 'Delfos', situado en la barriada de Son Armadans, serán juzgados la semana que viene acusados de lucrarse con el trabajo de las prostitutas que allí trabajaban.
El dueño, Francisco de B.M.F., es el principal inculpado y podría cumplir hasta tres años de cárcel como autor de un delito relativo a la prostitución. Por su parte Lorenzo Q.A., y Gabriel F.C., encargado y camarero respectivamente, se enfrentan a una petición de un año y medio cada uno como cómplices del delito.
Los tres fueron detenidos a mediados de 2004 por la policía. Los agentes descubrieron que en el club trabajaban varias mujeres colombianas, rusas y españolas, todas ellas mayores de edad. Los clientes entregaban al personal del local el importe de las consumiciones que tomaban, así como de las relaciones sexuales que mantenían en alguna de las habitaciones.
Posteriormente, de estas cantidades se entregaba un porcentaje a la prostituta, normalmente el 50 por ciento.
El fiscal afirma que el dueño contaba con la colaboración del camarero y el gerente, ya que estos controlaban la asistencia de las mujeres al local y sus horarios. También llevaban la contabilidad y recibían ellos mismos los importes por la práctica de relaciones sexuales.
La policía tiene constancia de que esta actividad ilícita se llevó a cabo al menos entre enero y mayo de 2004, aunque el local ha seguido funcionando con normalidad hasta el momento, pese a que dos de los acusados siguen en prisión desde esa fecha.
El Ministerio Público no acusa a los inculpados de obligar a las mujeres a prostituirse, ya que estas han admitido que ejercían de manera voluntaria, sino de beneficiarse explotando esta actividad.