JAVIER JIMÉNEZ
Esa vía, en realidad, es la reservada a los coches que bajan de Manacor a Palma, pero Joana se confundió y pensó que circulaba correctamente. En un tramo curvo, sin apenas margen de maniobra, su coche se encontró de frente con otro, un Ford Fiesta ocupado por una familia de Cala Millor.La colisión frontal entre ambos turismos fue tremenda y las carrocerías quedaron terriblemente retorcidas, con sus ocupantes atrapados en el interior. El centro de emergencias del 112, alertado por otros conductores, puso en marcha el dispositivo de auxilio de los heridos, en el que participaron bomberos de Palma, Guardia Civil de Tráfico y ambulancias del 061.
La conductora que provocó el siniestro se encontraba en estado grave, y tras ser estabilizada allí mismo fue conducida por los médicos a un centro hospitalario. En el otro coche el drama era mayor. Antonia María Cerdá Bauzá, de 34 años, falleció a consecuencia de las gravísimas lesiones que sufrió. Junto a ella, su hijo y su marido permanecían sin apenas poder moverse, con heridas severas. Cuando los bomberos consiguieron rescatarlos el padre y el niño fueron evacuados a Son Dureta y la clínica Rotger, respectivamente.
Joana G., por su parte, quedó ingresada en la Juaneda. Grúas Algaida se encargó de retirar el amasijo de hierros en los que habían quedado convertidos los dos coches, mientras la Guardia Civil abría una investigación para aclarar las circunstancias del accidente. Un portavoz del Juzgado de Instrucción número 8 de Palma informó de que la víctima mortal había nacido en Manacor, aunque residía con su familia en Cala Millor.