JAVIER JIMÉNEZ
La seguridad del que debe ser el complejo más seguro de Mallorca ha sido burlada con descaro. Dos polacos se introdujeron de noche en la Comandancia de la Guardia Civil de Palma, en el polígono de Levante, saltaron una valla, se apoderaron de un turismo de lujo valorado en 80.000 euros y forzaron una verja para poder salir. Una cámara de seguridad grabó parte de la secuencia, pero nadie la visionó a tiempo.
El asalto, el más sonado registrado en la última década en un edificio de las características de la Comandancia, donde la seguridad es una de las máximas premisas, tuvo lugar la semana pasada. Antes, la Guardia Civil de Tráfico había detectado en Llucmajor a un todoterreno Volkswagen Touareg circulando con unas placas de matrícula alemana ya caducadas. Los agentes le dieron el alto y los ocupantes, un español y un polaco, intentaron convencerles de que toda la documentación estaba en regla. Su versión no cuadraba y fueron trasladados, junto con el turismo, a la Comandancia, en la calle Manuel Azaña. El Touareg quedó precintado y se descubrió que el número de bastidor había sido falsificado, lo que incrementó las sospechas sobre su origen. El polaco y el español quedaron en libertad, y cuando Interpol confirmó que el todoterreno había sido sustraído en Alemania hacía poco más de un año se puso en marcha el mecanismo para la detención de los dos individuos.