JAVIER JIMÉNEZ-GUILLEM PICÓ
El médico forense Julio López Bermejo practicó ayer la autopsia a los restos mortales de Keber, el inmigrante carbonizado en la finca de Bunyola.
El examen forense, que se llevó a cabo durante la mañana y se prolongó varias horas, permitió concretar que el subsahariano había fallecido «por carbonización», es decir, que las terribles quemaduras que presentaba fueron las que le ocasionaron la muerte. Lo que no ha trascendido es si el hombre de color estaba consciente o inconsciente cuando su cuerpo ardió. Keber fue localizado boca arriba, sin signos aparentes de violencia, aunque algunos datos posteriores permitieron pensar que su muerte no había sido accidental, sino de tipología homicida. En cualquier caso, la investigación policial está muy avanzada y las conclusiones definitivas se podrían conocer hoy mismo.
Todo el equipo de la Policía Judicial se ha volcado para aclarar en el menor tiempo posible las circunstancias que rodearon la muerte del ciudadano de Mali.