Una italiana de 30 años es la única víctima mortal en el choque de trenes del metro que se produjo ayer por la mañana cerca de la estación de Piazza Vittorio, en la capital italiana, que causó un centenar de heridos, confirmó la Prefectura de Roma (Gobierno Civil).
Según un comunicado de la Prefectura romana, en el accidente se registró un muerto -y no dos como se informó en un principio- y 110 heridos, seis de ellos muy graves.
Las mismas fuentes desmintieron la muerte del maquinista del segundo vagón, que pudo ser rescatado con vida.
La fallecida es Alessandra Lissi, de 30 años, licenciada en Estadística y originaria de la localidad de Pontecorvo, en la provincia de Frosinone, y que como cada día viajaba a Roma donde trabajaba como investigadora.
El siniestro ocurrió a las 09.35 horas al embestir un convoy del metro de la línea «A» -una de las dos con que cuenta el metro de la capital- con otro que se encontraba detenido en la estación, según testigos. Las primeras hipótesis, tras las declaraciones de los afectados, indican que el maquinista del segundo tren que procedía de la estación de Furio Camillo pudo saltarse un semáforo rojo.
El impacto, según los testigos, fue brutal, varios vagones quedaron completamente destrozados y se produjo un denso humo.
Las puertas del tren se abrieron de inmediato y los viajeros pudieron salir poco a poco. Los equipos de bomberos acudieron para rescatar a algunas personas que se habían quedado atrapadas entre las chapas retorcidas de los vagones y se montó un hospital de campaña para atender a los heridos. El ministro del Interior, Giuliano Amato, se declaró «muy preocupado», en especial, por los seis heridos que se encuentran en estado grave.
Amato comentó que se trató claramente de un tren que embistió a otro y que lo que se sabe es que «no funcionaron los controles automáticos del sistema».
El Prefecto (Gobernador Civil) de Roma, Achille Serra, manifestó que todos los heridos fueron trasladados a los hospitales y que el mecanismo organizativo ha funcionado perfectamente. El servicio de la línea «A» quedó interrumpido y se espera que se reanude hoy por la mañana.El alcalde de Roma, Walter Veltroni, que se desplazó al lugar del accidente, dijo que se trataba de vagones nuevos, con sistemas de seguridad más perfeccionados, y «que no se entiende cómo un tren pudo meterse en el otro».
El suceso se produjo el mismo día en el que el presidente de Met.Ro, la empresa que administra el metropolitano de Roma, Stefano Bianchi, denunció en una entrevista periodística el estado de deterioro que presentan los trenes de la red.