JUAN POYATOS
Julio, tal vez agosto de 2007. Las alarmas automáticas de humo avisan de que algo ocurre en el metro. Los sistemas del circuito cerrado de televisión permiten al centro de control observar que un incendio se ha producido en un tramo intermedio. Los responsables de seguridad dan aviso al 112 y de inmediato se organiza una operación de observación, evaluación y rescate.
Este era el planteamiento del ejercicio que el Cos de Bombers de Palma realizó durante la mañana de ayer en el tramo de metro que discurre bajo la calle Eusebi Estada, ya cerca del polígono. El objetivo era realizar una prueba lo más real posible de los nuevos equipos y materiales. Una cámara de detección térmica, elementos de respiración autónoma de circuito cerrado y toda una serie de medidas que se concretaron ayer en este simulacro. El ejercicio se ha hecho casi un año antes de que el metro esté en funcionamiento, pero no hay que olvidar que desde hace meses hay gente trabajando bajo tierra en las obras, por lo que un accidente en el túnel se podría producir en cualquier momento.
Seguridad
De hecho, es más peligrosa la obra que el propio metro, el cual tendrá grandes medidas de seguridad pasiva: extractores rápidos, sistemas de extinción automáticos, grupos de iluminación autónomos, videovigilancia, equipos de comunicaciones, salidas de emergencia, extintores especiales, detectores de humo, etc. Ayer se dio una alarma ficticia al 112, que movilizó a la Policía Local, a los bomberos y al 061. Los bomberos entraron por uno de los accesos de la obra. Un cabo de Cuerpo, encabezando el equipo de evaluación, cuantificó el riesgo. Segundos después cuatro bomberos se introdujeron en el túnel y comenzaron a trabajar en la zona donde supuestamente se produjo el incendio. Con todo, el ejercicio de ayer fue un éxito y permitió comprobar el material nuevo, trabajar en la zona y practicar los ejercicios aprendidos por los bomberos en un curso de túneles realizado recientemente.