Joan Mesquida tomó posesión ayer del cargo de director de la Guardia Civil y la Policía Nacional, en un acto al que asistieron principales autoridades del Ministerio del Interior. Entre ellas, el propio ministro Alfredo Pérez Rubalcaba negó que el Gobierno pretenda una «fusión» de ambos cuerpos. Rubalcaba salió al paso de las críticas del PP, al que pidió «no buscar tres pies al gato» y recordó que el nombramiento de Mesquida supone poner «una cabeza al frente de los dos cuerpos» para mejorar su coordinación, pero que eso no significa «que el Gobierno tenga en la cabeza la fusión corporativa, ni que vayamos a quitar competencias a uno para dárselas a otro», según sus propias palabras. Rubalcaba insistió en que ambos cuerpos tienen y mantendrán naturaleza, competencias y razón de ser propias.
El ministro alabó a Mesquida, de quien dijo que «ha acumulado experiencia suficiente» en sus cuatro meses y medio como director de la Benemérita para acometer su nueva tarea. Mesquida prometió su cargo junto a los nuevos directores de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Jose Manuel Rodríguez Uribes, de Relaciones Internacionales y Extranjería, Arturo Avello, y de Protección Civil y Emergencias, Francisco Javier Velázquez.