«Falta información, prevención y una política de actividades sociales en los barrios». Esta es una de las conclusiones de la presidenta de la Asociación de Vecinos de Son Oliva, Concepción Martínez, cuando analiza los episodios que se están viviendo en la zona en los últimos meses. «Creemos que el despliegue policial actual es exagerado. Nosotros pedimos que haya una patrulla vigilando el parque, pero no tantos agentes. La solución está en la educación y no en la vigilancia; de lo contrario, lo que hoy pasa en Son Oliva podría trasladarse mañana a Son Gotleu o a Camp Redó», explica Martínez, que lleva 20 años en la Asociación de Vecinos.
«Hay que recordar que estamos hablando de barrios en los que no hay instalaciones ni medios para que los chavales que están en una situación que bordea el fracaso familiar, escolar o laboral hagan cosas distintas a estar en la calle. Hay que evitar el momento en el que surge la desmotivación», explica.
Por esa razón, Martínez insiste en la importancia de potenciar actividades deportivas y extraescolares de todo tipo, y en recuperar la figura del educador de calle. «Ellos hacen una labor muy válida, pero creemos que no hay suficientes para cubrir las necesidades que tenemos. Debería haber gente sólo para esta barriada y que conozca en profundidad lo que pasa aquí», indica.