Hace un mes que el dueño de un restaurante-pizzería del Camí Salard tenía problemas con un grupo de jóvenes que acudía al establecimiento para jugar a las máquinas tragaperras y causaba alboroto. Según el perjudicado, se trata de cuatro chicos -tres menores y uno mayor de edad, todos de etnia gitana- y una joven, que proceden del Polígon de Llevant. Hace una semana los jóvenes le golpearon con una silla en la cabeza y le produjeron diversas lesiones.
El grupo entró en el establecimiento, sobre las 23.30 horas del jueves pasado, pero el dueño no les dejó jugar a las tragaperras: «Como siempre, a los menores les dije que está prohibido y al adulto tampoco le dejé, porque él pone el dinero pero juegan los menores, y no puede ser». Acto seguido, los chicos salieron del local mientras que la joven se quedó dentro y le dijo: «eres un mierda».
Después volvieron los cuatro chicos y empezaron a insultar y amenazar a la mujer del dueño, a pesar de que había clientes cenando. El propietario forcejeó con uno de ellos y otro, por detrás, le rompió la silla en la cabeza. A continuación los jóvenes huyeron. «He presentado la denuncia ante la policía pero nadie se ha puesto en contacto conmigo y no sé nada», afirma el perjudicado.