EFE-MALAGA
El niño de 2 años que falleció el pasado sábado en Málaga a causa de los malos tratos que presuntamente recibió del compañero sentimental de su madre fue enterrado ayer en el Cementerio de Málaga, mientras que el presunto homicida se encuentra en un módulo de protección de la prisión provincial de Alhaurín de la Torre. Familiares y amigos del pequeño Cristian G.P. asistieron a una misa funeral, tras la que el cortejo fúnebre partió a las 13:30 horas hacia el cementerio, donde recibió sepultura.
La autopsia confirmó que la muerte del niño se debió a «un mecanismo violento por traumatismos sufridos», según informaron fuentes judiciales, que precisaron que será el juez el que determine si se produjo debido a malos tratos. El compañero sentimental de la madre, M.C.M., de 22 años, ha sido destinado al módulo 7 de la cárcel malagueña, en el que ingresan aquellos presos que requieren protección por distintos motivos, como los internados por delitos sexuales o relacionados con menores que han tenido mucha repercusión mediática o social.