AGENCIAS-YAKARTA
Los equipos de rescate buscaban desesperadamente el domingo sobrevivientes y los hospitales se esforzaban por atender a los miles de heridos, un día después de que un potente terremoto matara a más de 4.600 personas en Java, la principal isla de Indonesia. Hasta 20.000 personas resultaron heridas en el temblor y más de 100.000 se han quedado sin hogar, dijo el portavoz de UNICEF, John Budd, aunque advirtió de que las cifras eran aún provisionales. «Nadie lo sabe realmente a ciencia cierta simplemente porque muchas personas fueron evacuadas (...) para recibir tratamiento y muchos de los heridos han sido enviados más lejos», declaró Budd.
Camiones llenos de voluntarios de partidos políticos indonesios y grupos islámicos, así como vehículos militares con soldados se dirigían desde la antigua ciudad real de Yogyakarta hacia Bantul, la más afectada por el terremoto, para ofrecer ayuda. «Las Kopassus (tropas especiales) y voluntarios de la Cruz Roja de Indonesia están intentando escarbar entre los escombros porque miles de casas están dañadas y aún puede haber personas atrapadas debajo», dijo Ghozali Situmorang, director general de la gestión de ayuda del departamento social nacional, a la radio Yogyakarta.
Suministros médicos y bolsas para cadáveres empezaron a llegar al aeropuerto de Yogyakarta, a unos 25 kilómetros de la costa del Océano Indico donde tuvo su epicentro bajo el agua el terremoto de 6,3 grados de magnitud. A unos 30 kilómetros se encuentra el Hotel Purosani, de la cadena mallorquina Sol Melià, que sólo ha sufrido pequeños daños. En el momento del seísmo no había ningún turista español.