JAVIER JIMÉNEZ
En el mercado de Sineu de los miércoles se puede encontrar casi de todo. Pero lo que buscaban Viktor, Violika y Amar, el hijo de ambos, no estaba a la venta. La familia rumana, supuestamente, se dedicó ayer a sustraer carteras a diestro y siniestro, simulando ser turistas, hasta que fueron 'cazados' por la Policía Local.
La apariencia del matrimonio y el chaval era, en realidad, de auténticos veraneantes. Vestían informales, con gorras y cámara de fotos colgando del cuello. Curiosamente sólo habían tirado una fotografía. El motivo es evidente: estaban demasiado interesados en las carteras ajenas y no en la fotografía. Su forma de actuar era infalible: se acercaban con disimulo a la víctima y desplegaban uno o dos periódicos, que simulaban leer. Así, tapaban el bolso a la persona elegida y discretamente deslizaban una mano al interior, palpando hasta tocar la cartera. Luego la sacaban con maestría y se fijaban en una nueva víctima. Antes de abordarla, sin embargo, se perdían por alguna callejuela, y sacaban los billetes de la cartera. El resto, incluido tarjetas de crédito, lo arrojaban al suelo. No les interesaba.
La Policía Local empezó a recibir denuncias de vecinos: uno de los afectados llevaba 600 euros en la cartera, otro 30, otro 70. En poco tiempo una decena de víctimas pasó por el cuartel y los agentes municipales, de paisano, se infiltraron en el mercado para dar caza a los sospechosos. El problema es que al tratarse de una familia con apariencia de turistas era muy difícil reparar de ellos. De hecho, los policías fueron siguiendo a varios candidatos, hasta que finalmente se fijaron en que uno de los rumanos metía con disimulo la mano en un bolso. Esa fue la pista definitiva. Viktor, Violika y Amar habían tenido un encuentro la semana pasada con la policía y al verse descubiertos trataron de alejarse del mercado, sin hacer mucho ruido. Ya era demasiado tarde y los agentes apresaron al matrimonio, él de 38 años y ella de 37, y al chico, de 19. Se les imputa la oleada de robos en el 'mercat' y han pasado a disposición de la Guardia Civil, que en las próximas horas los entregará al juez.