PEP MATAS/GUILLEM PICÓ
La inesperada muerte del subinspector de la Policía Local de Palma Joan Manel Tur Planells a causa de una repentina enfermedad ha conmocionado al colectivo de policía, que ayer le rindió una emotiva despedida.
Joan Manel falleció el pasado lunes, a la edad de 45 años, y ayer fue enterrado en el Cementerio de Palma. El féretro con sus restos mortales fue trasladado del tanatorio de Son Valentí hasta la tumba en un vehículo de la funeraria, escoltado por dos agentes de la Sección Montada de la Policía Local -a la que perteneció Joan Manel durante un tiempo- y dos miembros de la Confraria de Cavallers de Sant Jordi, de la cual Joan Manel fue uno de los fundadores. Un centenar de personas, entre familiares, amigos, compañeros y personalidades, entre ellas la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, el teniente de alcalde de Seguretat Ciutadana del Ajuntament, Alvaro Gijón, y el jefe de la Policía Local, Nicolás Herrero, acompañaron al vehículo a pie durante los 400 metros que separaban el tanatorio de la tumba. Una vez allí, el féretro con los restos mortales del subinspector, sobre el que se colocó su gorra de policía, fue sacado del vehículo a hombros por algunos de sus compañeros y se procedió al entierro, entre lágrimas y muestras de dolor.
El funeral por la muerte de Joan Manel Tur Planells se oficiará hoy, miércoles, a las 20.00 horas, en la iglesia de la Puríssima Concepció, en sa Vileta, en Palma.
Pertenecía a la 5ª promoción, enseguida se implicó en su trabajo y desarrolló actividades formativas. Era monitor de artes marciales, profesor de la Escola de Palma y de la EBAP. En sus 22 años de carrera sólo dejó amigos. Policía de Barrio de base, oficial jefe de la Montada y oficial de Atestados. Actualmente estaba destinado en Llevant. Podría escribirse mucho de él, pero todo se resume en que era un gran mando y mejor persona.