El magistrado José Castro, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, ha ordenado en el auto de prisión que se aplique una «vigilancia especial» en el centro penitenciario a Bruno G.M. y a Nicoleta Valeria S., la pareja que fue presuntamente secuestrada por miembros de un clan de narcotraficantes de Son Banya. Dicha medida se toma para evitar posibles represalias por parte de los acusados del secuestro o reclusos afines a ellos. En estos casos los responsables del centro aplican una serie de medidas, como por ejemplo tener a la pareja aislada en sus celdas, y que sus salidas al patio no coincidan con las del resto de internos.
En relación a la cantidad de dinero intervenida, que se robó de una caja fuerte de Son Banya, entre personas cercanas al poblado circula el rumor de que, en realidad, la cantidad que se llevaron los ladrones era de 1.200.000 euros, aunque este es un dato prácticamente imposible de confirmar puesto que todavía no se ha denunciado el robo, y nadie ha reclamado el dinero intervenido.
Las investigaciones en torno a este caso no se dan por finalizadas, tanto por parte del Cuerpo Nacional de Policía como de la Guardia Civil. Como ya se ha informado en este periódico, el pasado sábado el juez ordenó el ingreso en prisión para cinco de los seis arrestados, los tres acusados del secuestro y los dos secuestrados, que serían los que se habrían llevado el dinero del poblado. Con respecto a éstos últimos, estuvieron varias semanas en el poblado haciendo trabajos para un clan de narcotraficantes, dentro de lo que en la jerga de este tipo de gente se conoce como «IBMs». Es decir, individuos con 'menos luces' que los narcotraficantes de Son Banya a los que se utiliza para diversos encargos y 'trabajos'