E.L.V.
Un pequeño velero de un mástil se hundió ayer a primera hora de la tarde en el puerto de Cala Nova. El «Santoux», con dos tripulantes a bordo, quedó sumergido a siete metros de profundidad en apenas diez minutos, y sin que sus dueños pudieran hacer nada para remediarlo. Según algunos testigos presenciales, el barco ya tenía problemas por la mañana. Cuando los propietarios sospechaban que el hundimiento era inminente, dieron aviso a Salvamento Marítimo, que envió la lancha «Salvamar Acrux» desde Portals Nous.
Pronto se comprobó que no podría hacerse nada, y los especialistas de Salvamento recomendaron a los tripulantes que abandonaran el velero y que se pusieran en contacto con una empresa de reflote, ya que era inviable remolcar al barco.
Sin embargo, los dueños permanecieron hasta el final a bordo intentando hacer todo lo posible para que el velero no se hundiera. Al parecer, los dueños habían comprado el velero apenas diez días antes.
Salvamento Marítimo descartó que hubiera riesgo medioambiental, aunque a última hora aparecieron pequeñas manchas de gasoil procedentes del motor de la embarcación. Se espera que en los próximos días varios buceadores inspeccionen el barco para estudiar su reflote.