El fiscal pide ocho años de cárcel para dos hombres acusados de asaltar un chalet en Cala Santanyí, al que accedieron tras forzar una persiana. Uno de los dos acusados cuenta con numerosos antecedentes delictivos y se sospecha que empleó dos identidades falsas durante varias semanas.
El robo se produjo el 19 de octubre de 2004 en una casa de la calle Na Bernardina, en la que vive un ciudadano alemán de manera permanente. Según el escrito de acusación, tras forzar una ventana del cuarto de baño, los acusados registraron la casa y se llevaron objetos de poco valor, entre ellos una cesta de esparto, una máquina de afeitar, dos linternas, un juego de alicates multiusos y un cortauñas. Los ladrones llevaban con ellos un destornillador y una palanca tipo «pata de cabra» con la que supuestamente forzaron la entrada.
Los ladrones fueron detenidos, aunque los agentes que los arrestaron se sorprendieron al ver que uno de ellos se «desdoblaba» en varias identidades. Se trata de Thomas O., alias Oliver Müller, alias Thomas Hauke. Este acusado llegó a mostrar un documento de identidad así como varias tarjetas de crédito que utilizó durante varias semanas. De este modo, no fue nada fácil llegar a su verdadera identidad.
El fiscal le acusa de robo con fuerza en casa habitada y usurpación del estado civil, delitos por los que pide penas que suman cinco años de cárcel. El segundo acusado, Djura R., se enfrenta a tres años por robo con fuerza.