Hacinadas y en condiciones higiénicas precarias vivían quince sudamericanas que eran obligadas a prostituirse en un local de la calle Joan Alcover, en Palma. La Policía ha clausurado el prostíbulo por segunda vez y ha detenido a trece implicados en la trama.
La investigación de la Brigada de Extranjería de la Jefatura de Palma se inició hace algunos meses, después de que los vecinos del club denunciaran su funcionamiento clandestino. La red mafiosa captaba, sobre todo, a mujeres brasileñas, algunas de ellas muy jóvenes. Le enviaban una invitación notarial para viajar a Palma y les garantizaban un trabajo de camarera, en un club sin especificar. Al llegar la realidad era muy distinta. Les retenían el pasaporte y las amenazaban gravemente para que atendieran con cariño a los clientes. En caso contrario, sus familias podían sufrir algún accidente.
Las mujeres vivían hacinadas y las que habían acabado su jornada dormían en el pasillo. Comían en condiciones higiénicas lamentables y estaban continuamente controladas. Hace unos días la UCRIF (Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación) irrumpió en el establecimiento y procedió a la detención de Antonio M.S., de 41 años, José Enrique M., brasileño de 35, y la dominicana Ana Josefa F., de 47.
Los dos primeros eran los responsables de captar y explotar a las brasileñas, mientras que la mujer era la encargada del club de Joan Alcover. Diez de las féminas que trabajaban en la casa de citas carecían de la correspondiente documentación para residir en España y fueron también arrestados, por estancia ilegal. Se da la circunstancia de que el mismo local ya fue cerrado el verano pasado, y la 'madame' fue detenida en agosto, al igual que diez extranjeras que se prostituían allí, la mayoría brasileñas y cubanas.