AGENCIAS-SEATTLE
Seis jóvenes, cuatro hombres y dos mujeres, fueron asesinados el
sábado en una fiesta celebrada en el interior de una casa de
Seattle, en Estados Unidos, por un hombre que se suicidó al verse
rodeado por la policía.
Además, otras dos personas permanecen hospitalizadas, tras ser alcanzadas por el tiroteo, registrado en una residencia del vecindario Capitol Hill, del este de Seattle.
De los dos jóvenes que permanecen en un hospital de Seattle, uno se encuentra en estado muy crítico, y otro se halla en situación estable.
Los agentes de policía de Seattle encontraron tres jóvenes muertos en la sala de estar de la casa, otro en la puerta de la calle y el otro en el portal. Otras tres personas, todos ellos asistentes a la fiesta, fueron trasladadas a un hospital, pero uno de ellos no consiguió salvar la vida.
«Es uno de los crímenes más grandes en la historia de la ciudad» de Seattle, declaró el jefe de la Policía, Gil Kerlikowske, y agregó que el incidente fue conocido por el agente Steve Leonard, alrededor de las siete de la mañana, hora local.
Al entrar, la policía halló el resto de las personas que recibieron los disparos. Las primeras pesquisas sugieren que el tiroteo sucedió durante una fiesta que se desarrollaba en la residencia, alquilada, y que el homicida no vivía en el área, una zona familiar. Todos los fallecidos son jóvenes de entre 20 y 30 años. Kerlikowske insistió en que los vecinos no deberían alarmarse pues el ataque parece más casual que planificado.