A las siete y cuarto de la mañana los trabajadores de Makro que se habían incorporado a la jornada matinal advirtieron un olor a quemado, cada vez más perceptible. Al abrir la puerta de un despacho próximo a la cafetería descubrieron que se había declarado un incendio y, provistos de extintores, intentaron sofocar las llamas.
El fuego, empero, estaba ya muy extendido y no consiguieron su propósito. La humareda era muy tóxica y Fuensanta Manzano, coordinadora de pescadería; Pedro Juan Luna, gerente de la cafetería, y Pedro Gregorio Méndez, del personal de mantenimiento, inhalaron humo. El centro de emergencias del 112 dio la alarma a las 7.25 horas y seis minutos después el primer equipo de bomberos llegaba a Son Fuster. Luego hicieron lo propio ambulancias, Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía. Los tres profesionales de la gran superficie comercial presentaban dificultades respiratorias y fueron atendidos por el personal sanitario del 061, que recomendaron su evacuación a la Clínica Planas para una revisión más exhaustiva.
Los bomberos permanecieron en Makro hasta después de las nueve de la mañana, cuando se dio la situación por controlada. Los daños en el despacho fueron cuantiosos y los bomberos apreciaron que el fuego había empezado en unos cables, por lo que podría tratarse de un cortocircuito. El estado de los trabajadores afectados no era grave y estaba previsto que recibieran el alta durante la jornada de ayer.
Por otra parte, en la noche del domingo al lunes se declaró otro incendio en un bar ubicado en la confluencia de las calles Antoni Maura y Passeig Sagrera, en Palma. El siniestro empezó en el cuadro eléctrico y causó una gran humareda, que alarmó a los vecinos. Las paredes quedaron ennegrecidas y ayer por la mañana una puerta de cristal del negocio continuaba rota. Por último, los Bomberos de Mallorca informaron ayer de un tercer incendio, esta vez en un inmueble de la calle Coll des Grec, en Artà, que se atajó en poco tiempo.