El cuerpo de Bartolomé Pons Ramón, un joven de 29 años que sufrió un accidente en la madrugada del martes, fue hallado al cabo de casi 12 horas del suceso. El hallazgo lo realizó uno de los amigos de los heridos, que acudió para buscar una cartera.
El accidente ocurrió a las 05.25 horas en el kilómetro 8 de la carretera vieja de Sineu. El vehículo, un Ford Focus ocupado por tres jóvenes de esta localidad, estuvo a punto de salirse de la calzada por la parte derecha, después de una pronunciada curva. El conductor dio un volantazo y el coche atravesó la carretera, se salió por el margen izquierdo, bajó por un terraplén y chocó contra un muro. Luego siguió su trayectoria hacia la calzada, arrancando de cuajo una señal de prohibido adelantar y quedó por fin detenido al impactar contra una pared de piedra.
El lugar se llenó al cabo de pocos minutos de agentes de la Guardia Civil, efectivos del 061 y dos vehículos de los Bombers de Palma, que trabajaron largo rato para sacar a los dos heridos atrapados en el coche: A.F.F., de 23 años y J.M.A., de 20. Ambos quedaron en observación en Son Llàtzer, y el accidente parecía no revestir mayor gravedad.
Sin embargo, el caso no estaba cerrado en absoluto. Uno de los ocupantes, ya en el hospital, pidió a un amigo que fuese hasta el lugar del accidente para intentar localizar su cartera, que había perdido en el siniestro. Sobre las 15.30 horas el amigo fue hasta allí y comenzó a rebuscar entre los restos. En un momento dado, alzó la vista y vio algo en medio del campo de hierba. Se trataba de cuerpo de Bartolomé. La fuerte colisión del coche contra el muro había provocado que su cuerpo saliera despedido más de 15 metros y quedara oculto a la vista. El hombre alertó al 112 y éste dio la voz de alarma a la Guardia Civil.
La Benemérita preguntó a los jóvenes la razón por la cual no dijeron nada del tercer ocupante. Según las primeras versiones, entre la confusión del traslado y el fuerte golpe, que les produjo amnesia, no dieron la voz de alarma. Con este suceso, las carreteras de Balears alcanzan las 10 víctimas mortales en 2006.