La cuarta jornada en dos semanas de vandalismo indiscriminado contra coches golpeó de nuevo Palma, aunque en esta ocasión la Policía Local consiguió detener a dos sospechosos que acababan de destrozar seis turismos estacionados.
A las una y treinta y cinco minutos de la madrugada un vecino de la calle Federico García Lorca llamó a la centralita telefónica del 092 para denunciar que dos gamberros estaban aporreando coches. Con celeridad una patrulla de la Unitat Nocturna se desplazó a esa calle y localizó, entre los números 5 y 20, a un total de seis turismos con desperfectos.
Los agentes tenían la certeza de que los vándalos andaban cerca y montaron un dispositivo de «cerrojo» para localizarlos. El despliegue dio resultado y al poco tiempo se dio alcance a los dos sospechosos, que habían huido al detectar sirenas de la policía. Se encontraban muy alterados, bajo los efectos del alcohol, y ofrecieron resistencia. Al final fueron reducidos y se les trasladó al cuartel de San Fernando, en calidad de detenidos. La mayoría de los automóviles presentaban daños por patadas en las puertas, pero con dos de ellos se habían ensañado. Un Audi A4 fue atacado con un microondas que sacaron de un contenedor de basura y que lo estrellaron repetidamente contra la luna y la chapa.
A un Fiat Brava le colocaron encima un palé de obra. Los investigadores llevaron a cabo un reportaje fotográfico de los daños intencionados y remitirán el informe al juzgado. Tal y como hemos ido informando estos días, en las últimas dos semanas se han registrado cuatro oleadas de vandalismo indiscriminado contra coches estacionados. Marratxí, Son Servera y Palma por dos veces fueron los municipios elegidos para poner en marcha esta peligrosa moda. En total, unos cuarenta vehículos han sufridos daños de diversa consideración y en casi todos los casos no se robaron los efectos que había en el interior. Sólo querían divertirse. A su manera, claro.